BACHATA
Bachata
La bachata es un género
musical bailable originario de la República Dominicana, dentro de lo que se
denomina folclore urbano. Está considerado como un derivado del bolero rítmico,
influenciado por otros estilos como el son cubano y el merengue.
En la ejecución de la bachata
tradicional, las maracas del bolero fueron sustituidas por la güira, se asumió
la ejecución virtuosa y libre del bongó propia del son cubano y se incorporaron
guitarras al estilo de los tríos latinoamericanos populares en México, Cuba y
Puerto Rico.1En un primer momento, esta manera cruda de interpretación fue
conocida como «bolerito de guitarra».
La bachata surgió en la
marginalidad urbana de los bares y burdeles de Santo Domingo. Durante los años
1960 y principios de los años 1970, desdeñada como música de las clases pobres,
fue conocida como «música de amargue». Este concepto se refería al estado de
melancolía provocado por el desamor, siempre reflejado en la temática de sus
composiciones. Su difusión por esos años estuvo limitada a escasas emisoras, ya
que era considerada como una música vulgar. El interés masivo por el ritmo
surgió a partir de los años ochenta, con la importancia que alcanzó el ritmo en
los medios de comunicación.
Etimología
A comienzos de los años 1920
en Cuba, el término «bachata» se usó para definir un tipo de reunión social
festiva. Etimológicamente, la palabra bachata es de origen africano y designa
la juerga, el jolgorio y la parranda, según Fernando Ortiz Fernández. La
bachata era sinónimo de recreación popular, de fiesta de patio o de la calle, y
esto la vincula con su antecedente africano. Por otro lado, su vinculación con
España la notamos en el fandango, manifestación cultural a la que en palabras
de Marcio Veloz Maggiolo "Casi todos los cronistas que tocan este tema lo
refieren a una festividad abierta y no a una música”.
En Santo Domingo, la
referencia más antigua acerca de la bachata como nombre para designar fiestas
de cualquier tipo de música ―y no como género musical―, se encuentra en
documentos que datan de 1922 y 1927.
Historia
· Orígenes
El bolero latinoamericano,
como expresión musical durante los años 1930, 1940 y 1950, penetró el gusto de
los dominicanos. Este ritmo convivió con otras expresiones de la música
latinoamericana, también muy populares por esa época en República Dominicana,
como el corrido mexicano, el huapango o el pasillo, entre otros.
La música popular de los
tríos románticos, cuartetos, conjuntos y solistas de países como México, Cuba y
Puerto Rico, entre otros, constituyó una fuerte influencia en esos músicos
populares dominicanos que iban desarrollando su oficio en las zonas marginales
de Santo Domingo y otras ciudades, a comienzos de los años sesenta. Esto
permitió articular una expresión musical propia de la República Dominicana a
partir de los años 1960.
·
Primera etapa
A esta etapa pertenecen
cantantes como Rafael Encarnación, Tommy Figueroa y Luis Segura.
El 30 de mayo de 1961, José
Manuel Calderón acompañado del trío Los Juveniles grabó, en los estudios de
Radio Televisión Dominicana, los temas «Borracho de amor» y «Condena (qué será
de mí)», esta última de Bienvenido Fabián. Estas interpretaciones se consideran
entre las primeras grabaciones del género.
Rafael Encarnación fue quien
logró colocar este ritmo en el gusto de la gente a principio de los años
sesenta. Encarnación debutó en octubre de 1963 con los temas «Muero contigo»,
«Ya es muy tarde», «Yo sería capaz», «Esclavo de tu amor» y «No lo niegues»,
entre otros. No obstante, su carrera en el medio artístico duró menos de un año
al quedar truncada por su fallecimiento en un accidente de tránsito en marzo de
1964.
En 1964, Luis Segura grabó
«Cariñito de mi vida», su primer sencillo. Ese mismo año nació Radio
Guarachita, propiedad de Radhamés Aracena. La Guarachita, originalmente una
tienda de discos ubicada en la calle El Conde, tuvo una participación
fundamental en la difusión radiofónica del género, aparte de ser prácticamente
la única empresa que realizaba las grabaciones de los artistas representantes
de la bachata.
·
Segunda etapa
Esta etapa tuvo que ver con
la aparición de una nueva generación de cantantes promovidos por Radio
Guarachita. Surgieron voces como Mélida Rodríguez «La Sufrida», y Leonardo
Paniagua, que constituyeron parte de una expresión que tuvo su auge entre los
años setenta y ochenta, hasta que esta tendencia declinó a favor de las
expresiones un poco más «refinadas» de la bachata.
Luis Segura «El Añoñaíto» fue
una figura importante en esta segunda etapa. Su canción «Pena», grabada en
1982, abrió una página en la historia de este ritmo al generar tal popularidad
que comenzó a despojar a esta expresión musical del rechazo que generaba en
sectores de las clases media y alta.
A la popularidad de la
bachata en esos años contribuyó también Leonardo Paniagua, con sus recreaciones
de canciones populares como «Chiquitita» del grupo ABBA y «Amada amante» de
Roberto Carlos.
·
Tercera etapa
Se verificó desde fines de
los ochenta y principios de los años noventa. Esta etapa representó un salto
cualitativo con respecto al camino transitado en el pasado. Se logran productos
más elaborados en términos de arreglos musicales y una mejora sustancial en los
textos. Esta etapa presenta dos vertientes. La vertiente «rosa» y el
«tecnoamargue».
La vertiente rosa fue
representada mayormente por los cantautores Víctor Víctor y Juan Luis Guerra y
vino a ser una resultante de la hibridación de la bachata con la balada
romántica. La producción "Mesita de Noche" de Víctor y “Bachata Rosa”
de Guerra se colocaron rápidamente entre los primeros puestos de ventas en la
República Dominicana y el alcanzaron fuerte proyección en el extranjero.
Por otro lado, el
tecnoamargue, amén de la instrumentación electrónica, también trajo consigo
fusiones con otras expresiones modernas de la música. Los máximos exponentes de
este subgénero fueron Sonia Silvestre como intérprete y Luis Días como
compositor y creador de fusiones con rock, jazz y otros ritmos dominicanos y caribeños.
También hay que señalar que la poética de Días era diametralmente distinta de
la de Víctor y Guerra. Si estos se caracterizaban con el romanticismo, Luis
colindaba en sus textos con el expresionismo abstracto.
·
Etapa actual
La bachata en nuestros días está
marcada por el surgimiento de formas digitalizadas de música y la introducción
de otros aires e instrumentos como: congas, saxofones y timbales, además de
fusiones con otros géneros musicales. En las letras se siente una influencia de
la etapa rosa, en contraste con el doble sentido erótico-sexual de la bachata
anterior a los años ochenta. No obstante, se mantiene el sentido que le había
dado origen como las expresiones de amor-desamor, la nostalgia y la propuesta
de estilos de vida donde la mujer es fuente originaria del amor y del deseo.
En esta etapa, la bachata se
masifica y se impone como un ritmo con características propias. Desaparece por
completo la empresa La Guarachita y su emisora. Aparece la figura del
empresario, el promotor artístico internacional y los artistas de la bachata se
convierten en fenómenos de popularidad. Voces como Blas Duran, Ramón Torres, El
Chaval de la Bachata, Zacarías Ferreira, Luis Miguel del Amargue, Elvis
Martínez, Frank Reyes, Teodoro Reyes, Raulín Rodríguez, Antony Santos, Yoskar
Sarante, Chicho Severino, Luis Vargas y Joe Veras, forman la nueva legión del
género.
Aparecen dúos como Monchy y
Alexandra y Xtreme a la par de grupos como Aventura y solistas como Ivy
Queen,8 Prince Royce, Maite Perroni, Toby Love, Daniel Santacruz o Romeo
Santos, que son parte de la nueva generación de artistas bachateros, algunos de
ellos no nacidos en la República Dominicana.